Un día de San Antonío,
en la ciudad califal,
lo quiso Dios, y nacío,
un artista magistral.
Sus manos eran tan hechiceras,
que a la Virgen María,
la creaba de un trozo de madera.
Pero tiene más cualidades,
este artista sin igual,
entre sus muchas facultades,
está la de cantar,
cosa que hace, fenomenal.
Con su elegancía, nos cautiva,
con su sonrisa, nos enamora,
y cuando empieza a cantar,
ahí ya... ¡no se puede aguantar!
Nos alegra más que el vino,
nuestro artista favorito,
¡Álvaro Vizcaíno!.
en la ciudad califal,
lo quiso Dios, y nacío,
un artista magistral.
Sus manos eran tan hechiceras,
que a la Virgen María,
la creaba de un trozo de madera.
Pero tiene más cualidades,
este artista sin igual,
entre sus muchas facultades,
está la de cantar,
cosa que hace, fenomenal.
Con su elegancía, nos cautiva,
con su sonrisa, nos enamora,
y cuando empieza a cantar,
ahí ya... ¡no se puede aguantar!
Nos alegra más que el vino,
nuestro artista favorito,
¡Álvaro Vizcaíno!.
Que palabras tan bonitas hacia Alvaro, me gusta mucho y lo del pergamino ha quedado muy bien
ResponderEliminarque bonitooooo te felicito alvaro la copla sin ti ya no es igual
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