"¡Qué bien has cantao, sinvergüenza, qué bien has cantao!" estas son las palabras que apretando a Álvaro entre sus manos le dijo a nuestro Califa, la Gran Marifé de Triana, tambien hay que destacar el "Olé Córdoba" que le dedicó Marifé a Álvaro tras su actuación. El pasado viernes 4 de mayo, fue un día muy emocionante para Álvaro Vizcaíno, pues no solo conocío a Marifé de Triana, si no que tuvo el honor de cantar ante ella en el Homenaje que le hicieron a Marifé en Alhaurín de la Torre, Álvaro interpreto dos coplas de Marifé, "Quién dijo pena" y "Torre de arena", Álvaro estaba muy emocionado y honrado por poder participar en este evento.
La crónica de las actuaciones, que os vamos a dejar a continuación nos la ha enviado Juan Ramón, un amigo de este blog que pudo conocer el pasado viernes a Álvaro y a quien por supuesto damos las gracias:
"Solo fueron dos temas. Dos canciones interpretó ALVARO VIZCAINO
en el homenaje a Marife de Triana, y deslumbró al público que lo
aplaudió de pie y lo ovacionó repetidas veces. El Califa de la copla
honró a Marife con dos temas emblemáticos de ella, "Quién dijo pena" y
"Torre de arena", la canción que la llevó a la fama. Por la personalidad
arrolladora de Marife es muy dificil cantar sus temas sin repetir sus
gestos, tonos, y modalidad. Esto no ocurrió en Álvaro, él hizo una
interpretación totalmente personal, a su estilo, con una elegancia y un
desplazamiento escénico maravillosos.
Con muy buena dicción y
varonil presencia, Álvaro hizo creibles las historias desgarradoras de
esos personajes traspasados por el dolor y la pena. Uno "cantando de
madrugada en el café del Taranto", necesitado de "una copa de jerez"
para disimular su drama interior (Quién dijo pena). El otro que, luego
de "transitar por sendas de eterna amargura", confiesa finalmente sin
esperanza: "todo es mentira, todo es quimera, todo es delirio de mi
dolor". No es facil hacer creibles estas historias en el poquito tiempo
de la canción. Animarse a ello es un desafío del que pocos salen
airosos. Sabemos que para la copla no es suficiente tener buena voz, hay
que saber cantarla y contarla. Álvaro lo hizo, y no en vano la gente lo aplaudió de pie.
Si algo debemos destacar
de esta actuación, es el final de "Torre de arena", donde Álvaro,
haciendo suyo el torturado personaje de la copla que interpretaba, dejó
escapar un canto desgarrador que salió del fondo de su ser, e hizo
estremecer al público presente, que no dudó en ovacionarlo de pie. Así
se retiró Álvaro del escenario.
El altísimo nivel
artístico alcanzado por Álvaro nos permite avisorar que prontamente el
artista cordobés será una figura destacada en el amplio firmamento de la
canción española, que no solamente tendrá el reconocimiento del público
español, sino que su nombre y su arte trascenderán las fronteras de
España."
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